La Catedral de San Esteban, en Viena: una impresionante mezcla de románico y gótico

¿Vista una catedral, vistas todas? Piénsalo de nuevo. Tan pronto como bajes del tour en autobús por Viena , verás que San Esteban es diferente. Para empezar, observa el intrincado de tejas esmaltadas. O las dos torres románicas espectaculares de la fachada oeste. O la enorme torre sur que tardó 65 años en construirse. No es de extrañar que este sea un edificio famoso y emblemático.

Desde sus 18 altares hasta sus seis capillas independientes, todo su interior también cautiva a los visitantes. Una visita obligada es la tumba del emperador Federico, que tardó 45 años en construirse. Está hecha de una inusual piedra roja semejante al mármol y tiene 240 estatuas que la adornan.

Ese techo…

Admítelo, nunca has visto nada igual. Mide 111 metros de largo y está cubierto por 230.000 tejas esmaltadas. Encima de la zona del coro, los azulejos forman un mosaico con un águila de dos cabezas, símbolo de la dinastía de los Habsburgo. El techo se eleva 38 metros sobre el suelo y es tan empinado que se limpia solo con la lluvia y casi nunca se cubre de nieve.

Las campanas, las campanas

La catedral tiene 23 campanas. La más grande cuelga de la torre norte y su apodo es Pummerin. Significa "como un trueno". Pesa unos 20.130 kilogramos y es la segunda campana oscilante más grande en Europa. Se hizo con cañones del asedio turco a la ciudad. Si estás aquí el 23 de abril, la oirás sonar durante 3 minutos para conmemorar la consagración de la catedral en 1263.

Otros datos interesantes sobre la Catedral de San Esteban:

  • La entrada principal se conoce como la Puerta del Gigante, porque en el siglo XV había un fémur de mastodonte colgado encima de la puerta.
  • Beethoven se dio cuenta de que estaba completamente sordo cuando no pudo oír el repicar de las campanas de San Esteban.
  • La catedral aparece en bastantes películas, como el El tercer hombre y está también en la moneda de diez céntimos de euro austriaca.
  • La catedral señala la salida del sol en el día de San Esteban, el 26 de diciembre.