Palacio Belvedere de Viena: dos suntuosos palacios en uno

En el Palacio Belvedere, podrás admirar la belleza del barroco multiplicada por dos. En realidad son dos palacios en uno: el Alto y el Bajo Belvedere. Se construyeron como residencia de verano del príncipe Eugenio de Saboya. No está nada mal como lugar de vacaciones.

Durante un tiempo, el Palacio Belvedere fue la residencia de Francisco Fernando. Si se hubiera quedado en casa el 28 de junio de 1914, la Primera Guerra Mundial quizá nunca hubiera sucedido. Hablando de guerras, el palacio sufrió graves daños durante la Segunda Guerra Mundial, pero gracias a unos trabajos de reconstrucción con mucho mimo, se restauró a su aspecto actual.

El hogar está donde se encuentra el arte

El príncipe Eugenio era un entendido del arte. Así que es lógico que sus palacios estén llenos de obras maestras austriacas. En el Bajo Belvedere, encontrarás arte austriaco del siglo XVIII y, en el Alto Belvedere, arte de los siglos XIX y XX. Busca las suntuosas pinturas de Klimt, no encontrarás una colección tan grande en ningún otro lugar del mundo.

>Entre el Alto y el Bajo Belvedere se encuentra los Jardines de Belvedere.

Fueron diseñados por un famoso paisajista francés, Dominique Girard, y por lo tanto demuestran su gran influencia francesa. No es de extrañar, ya que Girard había aprendido en Versalles y era muy conocido por su talento. Los Jardines de Belvedere se están restaurando lentamente para devolverlos a su gloria original. Baja del tour en autobús por Viena para verlo por ti mismo.

Otros datos interesantes sobre el Palacio Belvedere:

  • El Bajo Belvedere y la Orangerie se han adaptado para albergar exposiciones especiales.
  • El príncipe Eugenio compró el terreno para el Belvedere en 1697 y comenzó el diseño de los planos arquitectónicos de inmediato.
  • La Sala Terrena en el Alto Belvedere tenía un estructura original inestable y el arquitecto tuvo que añadir un techo abovedado y pilares.
  • La emperatriz María Teresa compró el palacio, pero nunca se mudó a vivir en él.